• Facilidad para emprender: Ideal para emprendedores que desean iniciar un negocio de forma rápida y sencilla.

• Costos reducidos: Los costos de constitución y mantenimiento de una SAS suelen ser menores en comparación con otras sociedades.

• Adaptabilidad: Se puede adaptar a diferentes tipos de negocios y modelos de negocio.

• Imagen moderna: Transmite una imagen moderna y dinámica de la empresa.

Las SAS no pueden realizar actividades relacionadas con:

• Operaciones financieras.

• Mercado de valores.

• Seguros.

• Otras actividades que tengan un tratamiento especial según la ley.

• Constitución simplificada: El proceso de creación es más sencillo y rápido en comparación con otros tipos de sociedades.

• Flexibilidad: Permite una gran variedad de estructuras societarias, adaptándose a las necesidades de cada negocio.

• Sin capital mínimo: No se requiere un monto mínimo de capital para constituir una SAS.

• Un accionista o más: Puede ser constituida por una o varias personas naturales o jurídicas.

• Gestión ágil: Los trámites y decisiones se pueden tomar de manera más rápida y eficiente.

• Cédula de ciudadanía: De todos los accionistas y representante legal.

• Certificado de firma electrónica: De todos los accionistas.

• Comprobante de pago de tasas: Emitido por la SCVS.

• Documentos que acrediten el aporte de capital: Si el capital social se aporta en bienes, se requerirá una valoración de los mismos.